Estos niños ricos mimados pueden acabar con la paciencia de cualquiera. No sólo se trata de la envidia que puedan suscitar regodeándose con sus pertenencias millonarias y todo su dinero, si que además, estos comentarios y acciones dejan muy claro que no tienen ningún sentido de la humildad. Al final de cuentas no sabemos si reir o llorar, sólo echa un vistazo a continuación:
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